A Canarias le crecen los problemas de cara a reactivar la llegada de visitantes extranjeros. El archipiélago se ha negado a reanudar los vuelos internacionales sin que los turistas se sometan a un test diagnóstico de COVID-19 en el origen, llegando incluso a plantear la posibilidad de financiar dichas pruebas. Sin embargo, el gobierno canario ha trabajado en un 'plan b' en caso de que la Unión Europea no permita esa primera opción: hacer las pruebas en el destino, una propuesta que se ha topado con el muro del Ministerio de Sanidad.

Según ha informado La Provincia, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, mostró su rechazo a la realización de pruebas diagnósticas masivas a los turistas en el destino, en una reunión telemática con el consejero de Sanidad canario, Julio Pérez, y la consejera de Turismo, Yaiza Castilla. Como alternativa, se prestó a estudiar la realización de test selectivos, en función de unos parámetros sanitarios aún por determinar, aunque uno de ellos podría ser el lugar de procedencia del pasajero.

Lo cierto es que el Estado tiene las competencias en materia de Sanidad Exterior, por lo que puede tumbar planes de este tipo. Sin embargo, el Estatuto de Autonomía abre la puerta a que las comunidades autónomas puedan corresponsabilizarse de esta función "para garantizar la adecuada gestión de protección de la salud de la población". Así, el gobierno canario se podría respaldar en este texto y en su condición de región ultraperiférica para participar activamente en el control sanitario de los turistas.

El plan 'b'

La ejecución de test masivos tendría un coste de 40 millones de euros en lo que resta de 2020, así como requeriría de la habilitación de una infraestructura de 800.000 euros. El ejecutivo canario baraja costear, en un principio, estas pruebas, aunque la idea es que más adelante el tejido empresarial contribuya a su financiación.
 

test 5027031 1920 (1)

 

El plan 'b' ideado por el Gobierno de Canarias también contempla a las aerolíneas como aliadas. "Se trata de que la compañía (aérea) traslade a sus clientes que podemos hacerles el test en el destino si no se hacen en origen", aclaró Castilla. 

Más medidas de control

Por otro lado, las pruebas diagnósticas se sumarían a otras medidas de control implementadas por Canarias en aeropuertos y puertos, como es la medición de la temperatura, las encuestas epidemiológicas o el control médico visual. También, se llevaría a cabo el rastreo y control de los casos. 

Desmarcarse del resto de España

Aunque la alternativa propuesta por Illa no es la que perseguía el ejecutivo canario, podría ofrecer al destino un plus de seguridad sanitaria con respecto a otras comunidades españolas. Baleares, por ejemplo, abrió sus fronteras al turismo internacional el pasado lunes, 15 de junio, antes que el resto del territorio, que lo hará el 21 de junio, bajo el marco de un proyecto piloto. Dicho plan no incluye test diagnósticos y se limita a la medición de la temperatura, formularios de índole sanitario y llamadas de control.