Toda la polémica que ha habido durante las últimas semanas con la apertura de los ansiados corredores turísticos a Canarias se está siguiendo muy atentamente desde las Islas Baleares. Por ejemplo en Ibiza, donde los responsables del sector, tanto de entidades públicas como privadas, están muy pendientes de lo que pase en el archipiélago atlántico ahora que el gobierno autonómico exige que los turistas lleguen con un test negativo del Covid realizado en origen y que sean los alojamientos reglados los que supervisen estos certificados.

En un principio, el director insular de Promoción Turística de Ibiza, Juan Miguel Costa, se mostró favorable, en una entrevista concedida a Diario de Ibiza, a hacer test PCR o de otro tipo en origen. Sin embargo, esta idea se ha topado con el rechazo absoluto de los operadores turísticos europeos, como es el caso de Jet2holdays, cuyo CEO, Steve Heapyen una carta dirigida al presidente de Canarias y publicada por Tourinews manifestaba su oposición a esta medida.

Por su parte, José Antonio Roselló, vicepresidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), ha indicado que hay que estar muy pendientes de lo que suceda en Canarias y que “Ibiza debe extraer lecciones de esa experiencia”. Roselló advierte que aunque pueda parecer lógico exigir test en origen, eso “supondrá una caída en el turismo” porque mucha gente no podrá pedir cita con la antelación suficiente y, como comentaba Heapy de Jet2Holidays, supone un importante encarecimiento de las vacaciones (las pruebas cuestan más de 100 euros).

Roselló también hace hincapié en el problema que puede suponer para los alojamientos el controlar que cada turista venga con su certificado negativo. “¿Qué pasará con quienes aparezcan allí sin test?”, se pregunta el vicepresidente de la CAEB, porque el decreto canario indica que los establecimientos alojativos deberán informar de los lugares cercanos en los que puedan los turistas someterse a una prueba, pero Roselló cuestiona si los centros médicos de Ibiza se encontrarán lo suficientemente cerca o si tendrán la capacidad de atender a tantas personas. “Logísticamente este asunto no es tan fácil”, sentencia.

Por otro lado, el punto positivo que extrae Roselló de todo esto es que en Ibiza todavía tienen tiempo de observar qué sucede en Canarias y actuar en consecuencia, ya que la llegada de turistas a Baleares no se espera hasta primavera. Además, Roselló cree que la tecnología avanzará en los próximos meses y eso puede mejorar los procesos diagnósticos y abaratar los precios de los test.