La mayoría de compañías de bajo coste que llegan a la industria aérea tienen un inicio meteórico con crecimientos exponenciales tanto en el número de clientes y rutas como en el tamaño de las flotas; el problema se presenta en el momento en que tienen que hacer la transición de la fase de crecimiento a la de afianzamiento.

En ese estado se encuentra la mayor aerolínea del Norte de Europa, Norwegian, que está encontrando la senda del equilibrio tras pasar una situación económica especialmente delicada en el último año cuando sus acciones perdieron dos tercios de su valor, hasta el punto que el grupo hispano-británico IAG (matriz de Iberia y Vueling, entre otras) estuvo a punto de comprarla.

Según destaca FVW, los analistas de la industria daban por hecho que la falta de liquidez obligaría a la compañía noruega a recortar rutas para el invierno de 2019/2020, sin embargo, esto no ha ocurrido. Es más, la presentación de sus resultados financieros del tercer trimestre (julio a septiembre) ha recuperado la confianza en la viabilidad de la aerolínea, ya que consiguió mejorar un 8% sus ingresos operativos (un total de 1.400 millones de euros) y también su beneficio antes de impuestos un 38% (220 millones de euros).

Pese a que dichos beneficios son escasos para superar una temporada de invierno siempre complicada en lo que a liquidez se refiere, lo cierto es que Norwegian ha logrado un mayor alivio financiero gracias a la ‘joint venture’ junto a China Leasing International Corporation DAC recientemente acordada y a la recepción, en 2019 y el 2020, de 24 nuevos aviones que le permitirán incrementar las reservas.

Cambio de modelo y plan de recortes

Lo cierto es que la línea aérea noruega se encuentra en una compleja situación económica provocada, en gran medida, por la crisis de los B737 MAX, en tierra desde principios del pasado marzo y por los problemas detectados en los motores de algunos aviones 787 Dreamliner de la compañía.

De hecho, anunció en diciembre de 2018 su plan de ajustes #Focus 2019, con el que pretende ahorrar 200,5 millones de euros al año y que ha supuesto cambios en su cartera de rutas, cierres de algunas de sus bases, ajustes en su capacidad y recortes en gasto de capital y en servicios a la plantilla. De hecho, cambió el menú que sirve a su plantilla en los vuelos transatlánticos, pasando de los 400 gramos de comida a los 200.

Nuevas rutas para el verano de 2020

La aerolínea está retomando la confianza y anunciando nuevas rutas para el programa de verano de 2020. De hecho, ya ha anunciado vuelos desde Hamburgo (Alemania) rumbo a Alicante y a Copenhague (Dinamarca).