España es uno de los principales destinos de enoturismo de Europa, según el último estudio de TUI Musement en el que se ha tenido en cuenta superficie de viñedos, superficie dedicada a vinos con Denominación de Origen Protegida (DOP) e Indicación Geográfica Protegida (IGP), número de vinos registrados con estas distinciones, volumen de producción y premios internacionales obtenidos.

El estudio también revela que existe una fuerte demanda de este tipo de experiencias. De hecho, más del 91% de los encuestados afirma sentirse interesado, o muy interesado, en este tipo de actividades, con especial protagonismo entre los viajeros de 18 a 44 años.

Un top 3 sin sorpresas


Con una puntuación de 85,2 sobre 100, y el mayor número de galardones internacionales, Francia lidera el ranking. Entre sus zonas vinícolas más aclamadas cabe destacar Champaña, con bodegas históricas declaradas Patrimonio de la Humanidad; Borgoña, donde se pueden recorrer las más de 1 000 parcelas de viñedos («Climats»), cada una con identidad propia; y Burdeos, con la posibilidad de participar en catas en sus célebres châteaux.

El segundo puesto de la clasificación es para Italia, el país con más denominaciones de origen e indicaciones geográficas protegidas, además de ser el mayor productor de vino de Europa. Explorar los pintorescos paisajes de La Toscana, cuna del Chianti y del Montepulciano, o las colinas del Barbaresco y la Langa del Barolo en Piamonte, permite a los viajeros sumergirse en la cultura local entre cata y cata.

España, en tercera posición, cuenta con más de 900 000 hectáreas de viñedos, de las cuales un 97 % están dedicadas a la producción de vinos DOP y IGP, liderando ambas categorías a nivel europeo. Su diversidad enológica es tan amplia como sus paisajes: desde los aclamados tintos de La Rioja y Ribera del Duero, hasta el Jerez andaluz, o los blancos de La Geria (Lanzarote), cuyas vides crecen en terreno volcánico.

Infografía Fuente TUI Musement

Infografía Fuente TUI Musement

El cuarto clasificado, Portugal, destaca por el elevado número de vinos galardonados. Una de las experiencias más completas para los amantes del enoturismo son los recorridos por el Valle del Duero, que combinan cruceros panorámicos por el río, serpenteando entre las empinadas terrazas donde crecen los viñedos, con visitas a bodegas locales para catar los célebres vinos fortificados.

Grecia, en quinto lugar, tiene una tradición vinícola milenaria, que se remonta a la civilización micénica. En la actualidad destaca por su gran variedad de uvas autóctonas, como la Assyrtiko en Santorini o la Liatiko en Creta. Durante las visitas guiadas y catas, los turistas pueden saborear vinos únicos, y descubrir como el paisaje, la mitología y el arte de compartir juegan un papel clave en la enología del país.

Los destinos revelación del top 10


Más allá de los destinos clásicos, como Francia, Italia y España, el índice también reconoce a países emergentes en el enoturismo europeo. Alemania, en sexta posición, sobresale con sus afamados Riesling; Rumanía, (7ª) con tintos tan potentes y aromáticos como los de la zona de Dealu Mare; y Hungría, situada en octava posición, destaca por la región de Tokaj, declarada Patrimonio de la Humanidad por su larga tradición en el sector de la enología, y famosa por su vino dulce.

Austria (9ª), con más de 46 000 hectáreas de viñedos dedicados a vinos con denominación de origen protegida, ofrece experiencias únicas en el valle de Wachau, junto al Danubio.

Cierra la clasificación Bulgaria, que con su terroir único y una tradición vinícola que se remonta a la antigua Tracia emerge con fuerza en el mapa del enoturismo europeo.