Norwegian ha llegado a un acuerdo con China Leasing International Corporation DAC (CCBLI) por el que mediante una ‘joint venture’ adquirirán 27 nuevos aviones Airbus A320 NEO entre 2020 y 2023.

La entidad asiática tendrá una participación del 70% en la nueva empresa, mientras que el 30% restante pertenecerá a Arctic Aviation Assets DAC, subsidiaria de Norwegian. El 100% de CCBLI pertenece a China Construction Bank (CCB), el segundo banco más grande de China.

De esta forma, la aerolínea escandinava tendrá una mayor estabilidad financiera al poder frente a los compromisos de compra de aeronaves que tenía pendientes, valorada en 1.500 millones de dólares estadounidenses. En un comunicado, la ‘low cost’ noruega ha explicado que las primeras entregas de aviones a la ‘joint venture’ comenzarán en el primer trimestre de 2020.

“Tras meses de negociaciones, me complace anunciar que hemos llegado a un acuerdo con CCBLI para crear una joint ventura para la adquisición inicial de 27 Airbus A320 NEO”, anunció Geir Karlsen, CEO en funciones de Norwegian. Añadió que el acuerdo contribuirá significativamente a reducir su gasto actual y futuro: “La empresa conjunta es una de las numerosas acciones que deben realizarse para cumplir con nuestra estrategia para pasar del crecimiento a la rentabilidad”, aseveró.

Geir Karlsen, CEO de Norwegian

Geir Karlsen | Foto: Norwegian

Kevin MI, presidente de aviación de CCBLI ha destacado que durante los últimos años han desarrollando una colaboración con Norwegian y que quieren continuar construyéndola.

Plan de recortes

Lo cierto es que la línea aérea noruega se encuentra en una compleja situación económica provocada, en gran medida, por la crisis de los B737 MAX, en tierra desde principios del pasado marzo y por los problemas detectados en los motores de algunos aviones 787 Dreamliner de la compañía.

De hecho, anunció en diciembre de 2018 su plan de ajustes #Focus 2019, con el que pretende ahorrar 200,5 millones de euros al año y que ha supuesto cambios en su cartera de rutas, cierres de algunas de sus bases, ajustes en su capacidad y recortes en gasto de capital y en servicios a la plantilla. De hecho, cambió el menú que sirve a su plantilla en los vuelos transatlánticos, pasando de los 400 gramos de comida a los 200.