La pandemia del Covid-19 nos ha cogido a todos a contrapié. El sector turístico está teniendo que reinventarse y buscar nuevas formas para generar confianza entre los viajeros, y es que si no hay seguridad, no habrá turismo. Para acabar con la ansiedad de los clientes, destinos, empresas e instituciones se han lanzado a una carrera para crear sellos y distintivos que certifican que el país, región, hotel, aerolínea, etc. cumple con los protocolos higiénico-sanitarios de turno. 

Suiza, Portugal, Túnez e incluso el Consejo Mundial de Viajes y Turismo han creado su propio sello. En el caso de España ha habido bastante confusión y dudas al respecto. Un barullo que puede terminar haciendo una muesca innecesaria en la tesorería de empresas cuya liquidez está al límite, especialmente en el caso de las pymes.

En mayo, el ICTE anunció la creación del sello “Safe Tourism Certified”, el objetivo de este distintivo era distinguir a empresas, organizaciones y demás recursos turísticos que han implantado el Sistema de Prevención de Riesgos para la Salud frente a la COVID-19 basado en los 21 protocolos para reducir el contagio por el coronavirus SARS-CoV-2 en el sector turístico.

En la elaboración de dichos protocolos participaron las Comunidades Autónomas, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), los agentes sociales, las asociaciones de cada subsector, expertos participantes en los grupos de trabajo y la Asociación Española de Servicios de Prevención Laboral (AESPLA), coordinados por el citado Instituto de Calidad Turística, organismo español, privado e independiente, sin ánimo de lucro, especializado en certificaciones de sistemas de calidad para el sector turístico, al que la Secretaría de Estado de Turismo encomendó la labor.

El ICTE lanza el sello “Safe Tourism Certified”

El ICTE lanza el sello “Safe Tourism Certified”

Rápidamente, la Junta de Andalucía rechazó el sello ‘Safe Tourism Certified’, debido a que los empresarios tendrían que pagar un alto coste por él: de entre "500 y 3.000 o 4.000 euros", según denunció su vicepresidente, Juan Marín. Como alternativa, el ejecutivo andaluz desarrolló su propio sello 'COVID-free', de carácter gratuito. 

En aquel momento, el Ministerio de Turismo defendió que no tenía nada que ver con el certificado impulsado por el ICTE y que tan solo solicitó a este organismo la elaboración de los protocolos de prevención de riesgo para 21 subsectores turísticos, siendo consideradas estos documentos como “los únicos válidos, homogéneos en toda España”, según la secretaria de Estado Isabel Oliver.

Ahora, aunque tarde, parece que llega algo de claridad a la batalla de los sellos y es que el viernes 19 de junio, la Secretaría de Estado anunció su propio distintivo 'Responsible Tourism' para todos aquellos establecimientos que siguen los citados 21 protocolos aprobados por el Ministerio de Sanidad.

190620 Distintivo

Distintivo' Responsible Tourism'

En este caso, el sello es totalmente gratuito, personal e intransferible y tendrá que renovarse cada año. Se puede descargar en la página web del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo tras rellenar un formulario en el que el establecimiento muestra su compromiso a seguir las guías.

Para la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver, "ofrecer confianza y seguridad es esencial en estos momentos para volver a atraer viajeros tanto nacionales como internacionales. Este distintivo es un elemento más en nuestra estrategia para reposicionarnos como destino turístico seguro a nivel mundial. Además, sirve para reconocer la responsabilidad de aquellos empresarios que hacen un esfuerzo por crear un entorno seguro en sus respectivos negocios no solo para los turistas sino para sus propios trabajadores y los residentes".

Isabel Oliver, secretaria de Estado de Turismo

Isabel Oliver, secretaria de Estado de Turismo

Por el momento, más que generar confianza o seguridad, la creación de un sello en España ha sido un quebradero de cabeza para las empresas y es que su llegada es tardía: algunos puede que ya hayan hecho la inversión para obtener el del ICTE y otros han invertido dinero para desarrollar los suyos propios.