Ayer, centenares de profesionales turísticos alemanes tomaron las calles de Berlín para pedir un plan de recuperación del sector y presionar con el fin de evitar que el Gobierno Federal y los Estados (Länder) impusieran una cuarentena obligatoria a todo viajero que llegase a Alemania sin importar el nivel de propagación del virus que hubiese en el país del que regresan.

Finalmente, han conseguido una pequeña victoria, y es que esta mañana, la canciller Angela Merkel ha comunicado que el sistema de cuarentenas se mantendrá como hasta ahora: aquellos viajeros que regresen de países con mutaciones del virus, de alto riesgo o de riesgo, tendrán que aislarse durante un total de 10 días, que pueden reducirse a 5 si se someten a una prueba que dé negativa.

Así, los alemanes que han reservado para viajar esta Semana Santa a Islas Baleares, Castilla-La Mancha, C. Valenciana, Extremadura, La Rioja o Murciaconsiderados destinos seguros— no se verán sorprendidos por una cuarentena imprevista a su regreso.

Test obligatorio para entrar al país

No obstante,  en la reunión Federal-Estatal se acordó introducir la obligación de que todos los viajeros procedentes del extranjero deban someterse a una prueba diagnóstica de Covid-19 antes de embarcar en su vuelo de regreso. Si bien no se ha especificado la fecha de implementación, Merkel reveló que ya han tenido conversaciones con las aerolíneas para que estas se encarguen de la organización.
 


 

Repetidos mensajes desalentadores

Pese a que no han puesto grandes trabas, desde la cancillería se han mandado de nuevo mensajes que pretenden desalentar los viajes. En concreto, Merkel ha hecho un llamamiento para que no se viaje si no es absolutamente necesario, ni en las vacaciones de Semana Santa, ni en el resto de 2021. "En general, no estoy ocultando el hecho de que en realidad estamos dando el consejo de que no se debe viajar este año", aseveró.

Reitera pues los mismos mensajes lanzados por el portavoz jefe del gobierno, Steffen Seibert, la pasada semana y por la propia Merkel en enero de 2021 y en octubre de 2020.

Turismo interno parado

El turismo interno alemán ha sido el que ha recibido el más duro golpe, puesto que las actuales restricciones que limitan en gran medida la actividad dentro del país se han prorrogado hasta el próximo 18 de abril.

Además, durante los cinco días centrales de Pascua, del 1 al 4 de abril, se aplica la política “Nos quedamos en casa” que limita en gran medida los contactos que se pueden mantener. Se reducen las reuniones privadas a un máximo de 5 personas (dos núcleos familiares). Las reuniones en espacios públicos están estrictamente prohibidas y los restaurantes al aire libre están cerrados durante los cinco días.

La Canciller Federal y los jefes de gobierno de los estados federales se reunirán de nuevo el 12 de abril para revisar de nuevo todas las restricciones.