El pasado mes de abril, Turquía endureció las restricciones debido a un repunte de Covid-19. Estableció toque de queda durante los fines de semana —medida que no afectaba a los turistas— y decretó el cierre de todos los comercios que no sean esenciales, solo permitiendo a bares y restaurantes servir para comida para llevar.

A partir de este jueves, 1 de julio, se ha eliminado el toque de queda y se han abierto totalmente los restaurantes. Los bares y otras instalaciones pueden reproducir música hasta la medianoche. Además, los cines y teatros ya pueden recibir clientes, informa ReiseVor9.


 

Eso sí, tal y como destacó el Ministro del Interior otomano, Suleyman Soylu, recordó que se mantiene la obligación de llevar la mascarilla en lugares públicos, así como las normas de higiene y el mantenimiento de la distancia de seguridad.

En Turquía ha caído el número de infecciones por coronavirus. La incidencia acumulada a 7 días se sitúa en 45 casos por cada 100.000 habitantes.