John Barnett, ex empleado de Boeing conocido por sus denuncias sobre los problemas en los controles de producción de la empresa, fue hallado muerto el pasado sábado en su coche, en el estacionamiento del hotel de Charleston (Carolina del Sur, Estados Unidos) donde se hospedaba.

Según informa BBC, los policías apuntan a que el hombre de 62 años falleció a causa de una herida de bala autoinfligida, aunque se mantiene la investigación abierta. Y es que el hallazgo se produjo pocos días después de que Barnett testificase en una demanda en contra de Boeing por posibles irregularidades en el proceso de fabricación

El fallecido trabajó para la compañía durante más de 30 años, hasta jubilarse en 2017. Su último cargo fue el de director de calidad en la planta de Charleston, donde se fabrica el 787 Dreamliner. En 2019 se hizo pública su denuncia en la prensa estadounidense. Acusaba a Boeing de ignorar los problemas planteados por sus empleados con tal de lograr una fabricación rápida. Él y otros trabajadores de la citada fábrica presentaron ante los reguladores federales más de una decena de denuncias de irregularidades como la instalación de piezas defectuosas deliberadamente, la presencia de desechos en partes fundamentales del avión como los motores, así como la presión por parte de Boeing para no denunciar dichas fallas.

Este suceso tiene lugar en plena ola de investigaciones sobre los problemas en los procesos de producción de Boeing y de su proveedor Spirit Aerosystems. De hecho, recientemente, la Administración Federal de Aviación (FAA) aseveró haber detectado, tras una auditoría, "múltiples casos en los que la empresa supuestamente no cumplió con los requisitos de control de calidad de fabricación".