Una investigación de The New York Times no deja en buen lugar a la fábrica de Boeing ubicada en las proximidades de Charleston (Carolina del Sur), donde, según el diario, la compañía estadounidense busca la producción rápida de 787 Dreamliner, ignorando los problemas planteados por los empleados.  

De acuerdo con The New Yor Times, la fábrica de Charleston, construida en 2009, fue presentada como un centro de fabricación de última generación, para la construcción de uno de los aviones más modernos del mundo: el 787 Dreamliner. Su producción, no obstante, ha sido de mala calidad, debido a la falta de supervisión que termina comprometiendo su seguridad.  

De la investigación se desprende que el gigante aeroespacial daba prioridad a la velocidad de producción frente a la calidad del avión. Un escenario que sale a la luz, tras los dos accidentes mortales protagonizados por B737 MAX y que se cree que fueron provocados por fallas en el sistema de seguridad MCAS. Es ahora, cuando Boeing se pregunta si su ambición por alcanzar a Airbus “le ha llevado a pasar por alto los riesgos de seguridad en el diseño” de estos aeroplanos.

Al parecer, volviendo a la fábrica de Charleston, el fabricante instó a los trabajadores a aumentar la producción de aviones Dreamliners, debido a los retrasos registrados en su fabricación. Esta obsesión por la producción llevó a Boeing a obviar los “problemas señalados por sus empleados”.

Como consecuencia, los trabajadores han presentado más de una decena de denuncias de irregularidades y reclamaciones de seguridad ante los reguladores federales, recriminando la instalación de piezas defectuosas en los aviones (a menudo cerca de sistemas eléctricos), la presencia de desechos en partes fundamentales del aeroplano, como los motores, así como la presión por parte de Boeing para no denunciar dichas fallas.

El diario asegura que los reguladores y legisladores están estudiando más a fondo las prioridades de Boeing, que se pronunció sobre este tema asegurando: "Los compañeros del equipo de Boeing South Carolina están produciendo los más altos niveles de calidad en nuestra historia”.

Pese a las denuncias de los trabajadores, lo cierto es que el 787 Dreamliner nunca se ha estrellado, aunque su flota permaneció durante un período en tierra, tras un incendio en la batería de uno de los aviones. Las aerolíneas, a su vez, han  mostrado su confianza en el Dreamliner.