Los hoteles de lujo de la Ciudad Condal están siendo los más afectados por las consecuencias de la inestabilidad política de Cataluña

Según ha publicado Crónica Global, los establecimientos ya han comenzado a rescindir contratos y a frenar las conversiones de temporales a fijos debido a la caída de ingresos. 

En uno de ellos, el Fairmont Rey Juan Carlos I, cuyas previsiones apuntaban a una facturación de 60 millones de euros en 2019, ya se ha despedido a parte del personal. Además, aquellos que permanecen en la empresa no podrán renovar su vestuario, tal y como estipula el convenio. 

Fuentes del mercado apuntan que "todo ello se explica por el ajuste presupuestario, ya que se desplomaron los ingresos en el último trimestre de 2017 tras una caída de reservas. Tampoco está asegurado en el Fairmont el cumplimiento del presupuesto de enero a marzo de este año".

A su vez, Golden Wheel, intermediario y transportista oficial de Emirates, ha señalado que “los clientes de alto nivel se han marchado” y que “un turista con dinero huirá de la inestabilidad. Número uno, porque suele vivir en un entorno sin sobresaltos. Huye del riesgo. Y dos, porque le es igual Barcelona que Londres, París o Dubái. Busca buenos servicios y producto. Si no los tiene aquí, evitará el destino".

Entre los alojamientos más afectados se encuentra el Hotel Art, un cinco estrellas Gran Lujo. Por otra parte, el Majestic Spa & Hotel y el Hotel Palace Barcelona afirman tener buenas expectativas para los próximos meses. 

Las caídas principales se dan en dos segmentos: el viajero que acude solo o en pareja y los viajeros MICE.