Dicho y hecho. Uber y Cabify abandonarán hoy Cataluña, tal y como habían advertido, por la entrada en vigor del Decreto Ley que contempla la contratación de los servicios de vehículos VTC, con una antelación mínima de 15 minutos.   

Según ha informado El Confidencial, ayer fue el último día que Uber operó en Cataluña. Lo cierto, es que la compañía había asegurado que dejaría de prestar su servicio de aprobarse las “restricciones VTC anunciadas por la Generalitat”. Una hora después del anuncio de Uber, Cabify comunicó que también se marcharía de la comunidad: “no nos vamos, nos expulsan”, aseveró.

Esta decisión ha sido tomada tras la aprobación, el pasado martes, 29 de enero, del Decreto Ley que obliga a contratar este tipo de vehículos con un mínimo de 15 minutos de adelanto. También prohíbe a estos automóviles circular por la calle cuando no están prestando servicio, así como informar a los usuarios de su geolocalización. Ayer, esta normativa fue publicada en el Diari Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC), el detonante final de ambas plataformas para abandonar Cataluña.

Durante el día de hoy, por tanto, ningún ciudadano de Cataluña podrá contratar los servicios de las principales firmas VTC. Uber, por su parte, ha instado al Govern, en un comunicado, a realizar una “regulación justa”, no como la que ha aprobado, que le obliga a “suspender el servicio de UberX en Barcelona”.

cabify barcelona 4 732x400

Vehículo de cabify en Barcelona | Foto: Autocasión

“La obligación de esperar 15 minutos para viajar en una VTC no existe en ningún lugar de Europa y es totalmente incompatible con la inmediatez de los servicios bajo demanda, como UberX”, lamentó la compañía, así como que miles de conductores y usuarios de la plataforma “verán desaparecer su medio de vida y su libertad de elegir cómo se mueven por la ciudad”.

Mientras, Cabify culpó al Govern de ceder al chantaje del taxi: “Cabify no puede sino lamentar que el Conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Damià Calvet, haya cedido a la presión y exigencias del sector del taxi, perjudicando gravemente el interés ciudadano”.

“Tras revisar el texto, que hoy es ya oficial, la compañía concluye que esta regulación tiene como único objetivo, y por tanto también como consecuencia final, la expulsión directa de la aplicación de Cabify y de sus empresas colaboradoras de Cataluña y Barcelona”, sentenció.