El presidente de Renfe, Raül Blanco, ha hecho patente uno de los principales problemas de la liberalización del mercado ferroviario en España: la cruda competencia. Así, ha asegurado que esta es “cada vez más dura” y está provocado que se perpetúen las pérdidas en el operador público.

Según Blanco, esta competencia es precisamente la que está lastrando los resultados económicos de la empresa, que ya registró pérdidas por valor de 109 millones de euros en 2022 y que en 2023 volverá a presentar  números rojos.

El dirigente de Renfe ha reconocido que la lucha con la marca francesa Ouigo (SNCF) y la italiana Iryo (Trenitalia) está siendo ardua. “Nos estamos peleando por cada uno de los viajeros que haya en disputa”, ha expuesto en unas declaraciones recogidas por Europa Press durante su participación en unos desayunos de Executive Fórum.

Sin embargo, Blanco ha afirmado que esta “guerra de precios” no podrá mantenerse demasiado en el tiempo, debido a que los operadores “no podrán aguantar estas tarifas y tendrán que ofrecer servicios de valor añadido”.