Los elevados costes energéticos ponen en riesgo la incipiente temporada de esquí. Algunas estaciones ya han anunciado que optan por mantenerse cerradas al no poder hacer frente a este desafío.

La italiana Panarotta 2002, ubicada en Trentino, ha sido de las primeras en dar este paso: no abrirá pistas ni remontes. Matteo Anderle, presidente de la estación, ha explicado que es una decisión difícil que se toma “tras una profunda reflexión”, recoge Il Dolomiti.

El empresario recalcó que estiman que, en caso de abrir este año, su factura se llegaría incluso a triplicar. “En diciembre de 2021 recibimos una factura de 20.000 euros y estimamos pagar unos 60.000”, comentaba y añadía que es “insostenible”.

Panarotta 2002 cuenta con 18 kilómetros de pistas, todas ellas de nieve artificial. Asimismo, dispone de 4 remontes.