La cadena británica de comida rápida Pret Manger anunció el pasado jueves, 4 de octubre, que informará en sus etiquetas sobre los ingredientes de sus sándwiches, después de que una joven de 15 años, Natasha Ednan-Laperoise, falleciera en 2016 al sufrir una reacción alérgica a las semillas de sésamo de uno de sus productos.

La joven compró una baguette de esta marca en el aeropuerto de Londres-Heathrow para degustarlo a bordo de un avión de British Aiways, ya que tenía previsto volar a la Costa Azul, en Francia. En el interior de la aeronave sufrió la reacción alérgica provocada por las semillas de sésamo que contenía el bocadillo, ingrediente que tenía prohibido en su dieta pero que no constaba en el etiquetado.

Según ha informado La Vanguardia, la compañía ha tomado esta decisión después de que la investigación forense sobre el fallecimiento de Natasha ratificara que falleció por un shock anafiláctico, provocado por dichas semillas. El padre de la víctima, Nadim, que la acompañaba durante el vuelo, manifestó que su hija había muerto "por una legislación inadecuada sobre el etiquetado de alimentos". 

De hecho, Reino Unido no obliga a ciertos establecimientos, que elaboran sus comidas en el propio local donde se compra, a detallar los ingredientes. Tan solo los restaurantes y comercios que venden productos envasados deben informar sobre la presencia de los 14 alérgenos más comunes, como el maní o la leche. 

Pret Manger, por su parte, volvió a disculparse ante la familia de la joven y confesó que su fallecimiento ha provocado "cambios significativos", para que las personas con alergias "estén lo más informadas y protegidas posible". La cadena se fundó en 1983 y cuenta con cerca de 500 establecimiento en nueve países, como China y Estados Unidos.