Basi, el panda gigante en cautiverio más longevo del mundo y toda una estrella turística en China, murió ayer a los 37 años de edad (lo que equivale a más de 100 años en humanos).

La popularidad del animal era tal que cada año su cumpleaños era celebrado por todo lo alto en el zoo donde residía, al sureste del país. En esta ocasión, incluso la televisión pública ha transmitido en directo el homenaje que se ha realizado en su honor como despedida.

El mamífero fue rescatado a los cuatro o cinco años después de caer a un río al y desde entonces vivió en cautiverio.

Aunque la Unión Internacional para la Conservacion de la Naturaleza (UICN) consideró que el panda ya no estaba en peligro de extinción, está amenazada por la desaparición de su hábitat. En la actualidad los ejemplares en libertad no llegan a los 2.000.