Desde junio de este año, los aviones que cubren la ruta directa entre Nueva York (EE. UU.) y Palma (Mallorca) han viajado totalmente llenos. La previsión es que hasta el 23 de septiembre —día fijado para que concluya la operativa de United Airlines— se agoten todas las plazas.

La alta afluencia de turistas estadounidenses en Palma es recibida con esperanza por el sector turístico y el Consell Balear, que pretende estabilizar el vuelo para que se mantenga cada año, incluso fuera de la temporada turística. Según Turespaña, hasta junio, han llegado a Mallorca 55.942 turistas estadounidenses –casi los mismos que en todo 2021, cuando llegaron 61.710 estadounidenses–.

El consejero de Turismo del Consell de Mallorca, Andreu Serra, ha valorado positivamente la relación que se ha abierto con los visitantes norteamericanos, argumentando que los ‘nuevos’ visitantes gastan mucho más dinero que el viajero medio alojado en el archipiélago balear. El periódico La Vanguardia recoge un estudio del Consell de Mallorca, que sitúa el gasto diario de cada norteamericano en más de 1.000 euros al día entre alojamiento —buena parte, de lujo—, compras o experiencias gastronómicas. La mayoría tienen estancias de al menos una semana, salvo los casos de turistas que se encuentran realizando un crucero.  En este sentido, el Gobierno de Baleares lleva varios años intentando desligarse del llamado ‘turismo de borrachera’, con el objetivo de atraer principalmente a viajeros con capacidad de inversión.

 

Crece la demanda inmobiliaria americana en Mallorca
 

Hans Lenz, presidente de la Asociación Balear Inmobiliaria Nacional e Internacional (ABINI), vinculaba recientemente la mejora de la conexión aérea entre EE.UU. y Palma con el mayor interés de los americanos en comprar una casa en la isla balear. De hecho, la venta de viviendas de lujo en Mallorca se ha incrementado sobremanera en apenas unos años: en 2022 ya se han alcanzado las cifras de 2021, año en que se duplicaron las ventas respecto al 2019.