El Gobierno de Alemania ha anunciado una disminución en las restricciones que actualmente hay impuestas con el fin de frenar la propagación del Covid-19.

Según informa el Huffington Post, el país, que pese a recomendar el mantenimiento de la distancia social no llegó a imponer ningún tipo de cuarentena, pretende reabrir sus tiendas de hasta 800 metros cuadrados a partir del lunes 20 de abril y retomar las clases el próximo lunes 4 de mayo. La apertura se realizará de forma gradual y dependiendo de los estados o Länder.

Entre los comercios que abrirán de nuevo se encuentran las peluquerías, aunque no así gimnasios u otras instalaciones deportivas.

Esto supondría un primer paso para una vuelta a la normalidad gradual, aunque desde el gobierno federal piden precaución ya que el éxito en frenar la pandemia es “parcial y frágil”. De hecho, seguirán exigiendo una distancia mínima de 1,5 metros entre personas  y mantendrán cerrados bares, restaurantes, hoteles, templos y aquellos espacios donde pueda haber contacto. Además, se mantiene la prohibición de reuniones o salidas en grupo de más de dos personas y es que se estima que hasta el 31 de agosto no se permitirán grandes concentraciones.

Asimismo, tampoco eliminarán los controles en las fronteras impuestos el pasado 16 de marzo, que no implican un cierre de las fronteras, pero sí que obligan a todo viajero que llegue al país a someterse a 14 días de confinamiento domiciliario. A su vez, mantiene la recomendación de no viajar al exterior en caso de que no sea esencial.

Según datos del Instituto Robert Koch (RKI), Alemania, con más de 127.000 positivos es el quinto país del mundo con más contagios. No obstante, 72.600 ya se han recuperado, mientras que el número de víctimas mortales es de 3.254.

Esta recuperación paulatina de Alemania supone una gran esperanza para el sector turístico español y es que si el país consigue recuperarse y arrancar la actividad a tiempo, podría contar con visitantes de uno de sus principales mercados, que incluso está planteando la posibilidad de implantar una suerte de “pasaportes de inmunidad”.