El resort Origo Mare, situado en Majanicho, Fuerteventura, cerró sus puertas el pasado 2 de noviembre después de solo once años de funcionamiento. La compañía francesa Pierre & Vacances ha dejado de operar el complejo de cuatro estrellas con motivo de la finalización del contrato de arrendamiento con la propiedad.

Según recoge RTVC, este cierre deja en el aire el futuro de los 140 empleados, a quienes se les ha ofrecido la reubicación en otros establecimientos de la empresa fuera de la isla, ya que Origo Mare es el único que gestionan en Fuerteventura. La otra opción es ser subrogados y liquidados por Aliseda, inmobiliaria del fondo de inversiones Blackstone y del Banco de Santander que es la actual propietaria del espacio, que tiene la intención de vender las propiedades individualmente.

El cese de actividad llega tras una historia envuelta en controversia legal. El complejo se construyó en suelo rústico y sin evaluación de impacto ambiental, lo que llevó a la Comisión Europea a iniciar un procedimiento de infracción contra España en 2017.

El resort cuenta con 323 villas, cinco puntos de restauración, parque acuático infantil, cinco piscinas, minigolf, espacios multideportivos, pistas de tenis, club infantil, gimnasio, beauty center y varios espacios para espectáculos.