La problemática de la pérdida de material natural debido a la acción de los turistas afecta a muchos destinos de España. En Canarias, esta situación perjudica, sobre todo, a las playas, de donde los viajeros extraen cada año toneladas de materiales naturales. 

En el caso de Lanzarote, anualmente pierde cerca de una tonelada de materia natural de sus espacios protegidos. Según ha explicado el consejero de Medioambiente del Cabildo insular, Samuel Martín, a La Voz de Lanzarote, en la mayoría de las ocasiones lo que los turistas roban de las playas es material lítico, es decir, piedras, rofe o arena.

El problema es que la mayor parte del material es incautado en el control del Aeropuerto César Manrique-Lanzarote, por lo que los infractores no son sancionados, ya que no se puede demostrar si se ha extraído de un espacio protegido.

Por su parte, en los casos en los que las personas son interceptadas en el momento de la infracción, suelen ser sancionadas por faltas leves (de 150 a 600 euros) y graves (600 a 3.000 euros).