Los turistas siguen llevándose arena de las playas de Cerdeña (Italia), a pesar de que está prohibido desde 2017. Las multas pueden ir desde los 500 euros hasta los 3.000 e incluso puede conllevar penas de cárcel si se sustrae grandes cantidades de arena. No obstante, ello no evita que siga sucediendo.

Uno de los últimos casos fue el de una pareja procedente de la Italia continental que intentó esconder una botella llena de arena debajo de su toalla. Un testigo fue el que alertó a la policía, según ha explicado la alcaldesa de Cabras, Andrea Abis. “Es increíble. Pero, desafortunadamente, esto no es raro”, ha añadido la edil.


 

Según ha informado The Guardian, la mayor parte de los turistas que se llevan arena de la playa quieren conservarla como recuerdo o para las peceras. Pero incluso ha habido casos en los que dicha arena se vende online, una práctica que sirve de ayuda al equipo de la policía que investiga este tipo de actos.

Carlo Lazzari, comandante del grupo de la policía financiera de Olbia (Cerdeña), ha explicado que en lo que llevamos de este verano ya se han puesto multas por valor de miles de euros. Y finaliza: “No queremos aterrorizar a los turistas, que para Cerdeña son un recurso, sino concienciar a la gente del daño medioambiental que pueden causar”.