El Ayuntamiento de Málaga quiere que los bares de la ciudad ofrezcan pajitas para detectar drogas como la burundanga, el éxtasis líquido o la ketamina, unas sustancias que se estima que están presentes en uno de cada tres casos de agresión sexual.

Según informa el diario Sur, en el Plan Estatégico de Innovación Tecnológica de la ciudad se ha incluido un proyecto para fomentar que los bares de copas de la ciudad tengan pajitas que cambian de color alertando a los usuarios de que en su bebida hay rastros de estas sustancias de sumisión química.

La idea, según explica Mario Cortés, concejal del Área de Nuevas Tecnologías, es que se vendan estas pajitas a través de máquinas expendedoras ubicadas en bares y discotecas, de forma similar a los chicles o preservativos. Para este propósito el consistorio ha presupuestado 40.000 euros.

No obstante, aún no están decididas ni las fechas ni el método de implantación.