El top manta ocasiona pérdidas de ventas de 157 millones de euros en Madrid, así como de 25 millones en recaudación del IVA e IRPF y de 1.046 empleos, según datos del informe sobre la venta ambulante ilegal en la ciudad. Esta realidad supone un calvario para los comerciantes de la capital española, cuya única solución para salvar sus negocios consiste en endeudarse.

Este es el caso de Kiko, de cuya historia se hace eco el diario El Mundo. Este comerciante de toda la vida, que está al borde de la ruina, tiene un negocio familiar de tiendas de souvenirs. En un principio, vendía los productos típicos que se pueden encontrar en estos establecimientos: llaveros, imanes o abanicos. No obstante, un día decidió diversificar las ventas y ofertar también camisetas de fútbol, lo que le llevó a la situación en la que está ahora.

Y es que, frente a su tienda, ubicada en la calle Preciados (centro de Madrid), los manteros venden camisetas falsificadas a 20 euros, 70 euros más baratas de lo que cuestan las originales. Kiko resalta que “un mantero ingresa una media de 150 euros al día”, por lo que “no son pobrecitos que están en la calle desnutridos”. “En una jornada buena de verano se puede sacar 400 euros”, algo que cree que produce un “efecto llamada”, atrayendo a más vendedores ambulantes con más material para comercializar.

En este sentido, Kiko puntualiza que cada vendedor ambulante vende una media de ocho o diez camisetas diarias. En Madrid, a su vez, hay cerca de 400 manteros, de los que el 25% vende camisetas; por lo que si 100 manteros venden 10 camisetas al día, hacen un total de 1.000, que al año asciende a 365.000 camisetas vendidas sin pagar impuestos a la marca y al club.

Precisamente, otra de las denuncias de Kiko es que los vendedores ambulantes operan al margen de la ley, es decir que no pagan impuestos como sí hacen el resto de comerciantes. También, resalta que los manteros han acaparado los enclaves más turísticos del centro madrileño, como Puerta del Sol o Plaza Mayor, y que las malas formas que tienen en ocasiones dañan la imagen de la ciudad.

El comerciante responsabiliza a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, de esta situación, ya que considera que siente lástima por los manteros y que, por ello, la Policía Municipal no interviene al respecto.

En España, la venta ambulante ilegal genera pérdidas de 4.630 millones de euros en ventas, así como de 53.203 puestos de trabajo.