La Generalitat de Cataluña obligará a los propietarios inmobiliarios a rebajar el precio del alquiler a los hoteles cuya actividad esté afectada por las restricciones por el coronavirus. Esta medida se extiende a bares, restaurantes y comercios, además de gimnasios y teatros.

Lo que el Govern pretende es que los dueños de los locales y los empresarios se sienten a negociar la cuota de arrendamiento pero, de no llegar a un acuerdo en el plazo de un mes, la rebaja será automáticamente de la mitad (en caso de cierre total) o proporcional (actividad limitada por las medidas sanitarias), según el Decreto Ley.

Maritxell Budó, consellera Portavoz, ha precisado que se rebajará el alquiler al 50% a los negocios cuya actividad está suspendida y aquellos que la tengan limitada se les hará una reducción proporcional en función del aforo y los horarios de apertura. Para los locales que mantengan su actividad solo para el envío a domicilio o los productos para llevar, el decreto considerará que el negocio está cerrado y la disminución de la cuota será también del 50%.

Según informa El País, se trata de un intento del ejecutivo catalán para contentar a un sector gravemente afectado por la pandemia tras decretar el cierre de la hostelería el pasado 16 de octubre. La medida ha sido celebrada por la patronal, que la ha calificado de “histórica”. La Generalitat también quiere automatizar los “acuerdos” entre inquilinos y arrendatarios para no colapsar la vía judicial y que la solución para los empresarios sea más inmediata.