En mayo de 2020, el Govern de Baleares aprobó un decreto ley que permitía a los hoteles ampliar su superficie un 15%, una medida que tuvo una alta respuesta en Mallorca, donde una docena de establecimientos emprendieron ampliaciones. Dicha normativa también incluía otro apartado que proponía reconvertir hoteles obsoletos en viviendas de protección oficial, residencias para la tercera edad o centros de investigación científica, una propuesta que, hasta la fecha, se ha saldado con cero iniciativas.

Según recoge Menorca.Info, ningún alojamiento del archipiélago se ha acogido a este cambio de uso, y es que, una vez aceptado, ya no podría volver a destinarse a la actividad turística.



 

Reactivar la construcción

La normativa balear buscaba diferentes objetivos, siendo el principal reactivar la actividad del sector de la construcción. También se quería potenciar la renovación de los hoteles más antiguos, así como la reducción del número de plazas.

Desde el Govern defienden que el impacto económico de lo aprobado se situará en los 3.000 millones de euros y que ha evitado la destrucción de 10.000 puestos de trabajo del sector de la construcción. Destacan que una de las medidas que mejor ha funcionado ha sido la relativa a inversión en instalaciones fotovoltaicas, en la que se pueden superar los 550 millones de euros previstos originalmente.