Al igual que ocurre año tras año en las playas caribeñas de República Dominicana o México, los destinos turísticos de Andalucía se están viendo sobrepasados por un problema que podría espantar a los visitantes: la invasión de pestilentes algas en las costas.

Las playas de provincias como Cádiz (Algeciras, Barbate o Tarifa) o Málaga (Benalmádena, Marbella o Málaga) están siendo invadidas por la Rugulopterix okamurae —aunque también ha llegado a las costas de Almería y Granada—. Se trata de un alga asiática, que está considerada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico como una especia invasora y que, tal y como han reconocido algunas administraciones públicas, supone un problema para el sector turístico: “En plena temporada estival los turistas no quieren bañarse por esta elevada presencia de algas”.

A pesar de que los ayuntamientos ya han destinado partidas adicionales de presupuesto a las retiradas de esta alga, el esfuerzo no ha sido suficiente. Por lo que, desde el destino Málaga – Costa del Sol han solicitado ayuda al Gobierno central para su erradicación. El Consistorio de Málaga ha exigido la elaboración de “un plan estatal que aborde el problema que supone el alga invasora y que ayude a los municipios a su retirada y tratamiento”.

Por su parte, la directora general de Medio Ambiente y Playas de Marbella, Victoria Martín Lomeña, se ha sumado a dicha petición y ha asegurado, en declaraciones a Málaga Hoy, que en lo que va de año se han retirado en su municipio “50.000 toneladas de esta alga”, que comenzó a llegar a las costas marbellíes durante la Semana Santa.