En plena polémica por los problemas registrados por aviones de Boeing —caída de paneles y defectos en el timón de dirección en los 737 MAX— ha alzado la voz el CEO del Grupo Ryanair (conformado por la aerolínea homónima, Buzz, Lauda y Malta Air), Michael O’Leary.

El líder del grupo de aerolíneas cree que los fabricantes aeronáuticos tienen que hacer un mejor trabajo en sus controles. "Creo que Airbus y Boeing, especialmente Boeing, necesitan mejorar significativamente el control de calidad”, ha aseverado en declaraciones recogidas por Financial Times.

El directivo subraya que Ryanair “no tiene ningún avión MAX 9 ni en servicio ni pedido”. Este es el aparato que debe permanecer en tierra hasta que se completen las inspecciones sobre el mismo panel que perdió el avión de Alaska Airlines en pleno vuelo. "El problema que afectó al avión de Alaska no se aplica al avión MAX 8, operado por Ryanair, ni a los MAX 10 que Ryanair tiene encargados", remacha.

Sin embargo, sí que es cierto que la flota del holding de origen irlandés está compuesta casi exclusivamente por otras versiones del 737 en las que mantienen su confianza. “El 737 es muy bueno, pero no necesita este tipo de problemas de reputación a corto plazo", añade O’Leary.