La celebración estos días de la Cumbre del Clima en Madrid y la presencia en este evento de Greta Thunberg, que está liderando el movimiento para dejar de volar a favor del medioambiente, están centrando gran parte del debate estos días. Uno de los primeros en aportar su visión ha sido Luis Gallego, presidente y CEO de Iberia, durante su intervención en los uno  de los Encuentros Empresariales que organizan CEOE y CEPME.

Según recoge La Vanguardia, el responsable de la principal línea aérea española considera que la solución no es tan sencilla como se está planteando: “No es cuestión de volar o no volar. Por encima de los 1.500 kilómetros no hay alternativa al avión”.

Defiende que el sector está invirtiendo mucho en la transformación de las flotas con el fin de que sean más eficientes y contaminen menos. A su vez, aclara que se está trabajando en combustibles menos contaminantes, no obstante advierte que “todavía queda mucho para que podamos ver un avión eléctrico que preste el servicio que prestan los actuales”.

Cree que existe actualmente una fuerte presión sobre las aerolíneas, mientras que no se trabaja en “avanzar en el cielo único europeo para que las rutas puedan ser más directas y eficientes también ayudaría mucho a reducir emisiones”.

También cree que en España se puede trabajar en que el AVE llegue a las principales terminales (Madrid y Barcelona) con el fin de evitar vuelos de conexión para los viajeros de largo radio.

Retos de la industria actuales

Gallego también hizo hincapié en que el “transporte aéreo está abocado a vivir grandes movimientos de consolidación en los próximos años” y recordó que en la última década han nacido 154 aerolíneas pero han quebrado 107. “El negocio no es fácil y la concentración es la única vía, aunque esa concentración se realice de forma indirecta absorbiendo el mercado que dejan las que quiebran”, añadió.

También hizo alusión al anuncio de la compra de Air Europa (Globalia) por parte del holding IAG, pidiendo paciencia y prudencia ya que aún están a la espera de que la operación sea aprobada por las autoridades de competencia europea.