El director de la Autoridad Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), Steve Dickson, se ha puesto a los mandos de un Boeing 737 MAX con el fin de probar las modificaciones hechas por el fabricante, tras los accidentes del los vuelos 610 de Lion Air y 302 de Ethiopian Airlines, que hicieron que el aparato perdiera su certificación. El vuelo ha transcurrido sin problemas.

Dickson, que fue piloto durante muchos años pero que llevaba más de 10 años sin volar un 737, se puso al frente como comandante tras recibir un curso para refrescar sus conocimientos, además de la formación extra necesaria para el MAX. 

Según informa Microsiervos, los expertos creen que el Boeing 737 MAX podría volver a estar certificado por la FAA a mediados de noviembre. Antes de volver al servicio habría que poner el resto de aviones al día con las modificaciones que hayan sido aprobadas y formar a las tripulaciones, lo cual puede retrasarse debido al escaso número de simuladores del 737 MAX que existen. De hecho, aunque el vuelo transcurrió sin problemas, es en este sentido en el que Dickson tiene dudas.

Dickson ha cumplido su promesa de que antes de que la FAA diera el visto bueno al Boeing 737 MAX se pondría a sus mandos. Sin embargo, en una rueda de prensa posterior ha querido dejar claro que este vuelo no forma parte del proceso oficial de la FAA.

Las nuevas modificaciones realizadas por Boeing han sido en el Maneouvering Characteristics Augmentation System (MCAS), un sistema de seguridad que cuando detecta que un MAX tiene el morro demasiado alto lo empuja hacia abajo automáticamente. En su última versión, el MCAS resultó ser muy susceptible a posibles fallos.