Boeing prevé un impacto después de impuestos, en el segundo trimestre del año, de 4.900 millones de dólares por la crisis del 737 MAX, cuya flota está en tierra desde el pasado marzo, tras los accidentes mortales en Indonesia y Etiopía.  

Según ha informado El Confidencial, el fabricante estadounidense provisionará 4.900 millones de dólares después de impuestos para cubrir los gastos derivados de las concesiones y otras consideraciones sobre clientes, por la inmovilización de este avión y los retrasos en las entregas.  

Esta decisión tendrá como consecuencia la reducción de los beneficios antes de impuestos de 5.600 millones de dólares, en la cuenta de resultados del segundo trimestre del año.

Por otro lado, Boeing estima que los costes para producir este tipo de avión aumentaron en 1.700 millones de dólares de abril a junio de 2019. En cuanto a los tres primeros meses del año, el gigante aeroespacial redujo su beneficio neto un 13%, situándose en 2.149 millones.

El regreso del 737MAX

Las investigaciones preliminares de los siniestros de Lion Air y Ethiopian Airlines apuntaron a fallas en el sistema antibloqueo MCAS. Posteriormente, el fabricante reconoció la implicación de este software y desde entonces trabaja en su actualización.

Boeing estima que el 737 MAX puede volver a los cielos en el último trimestre de este año, aunque ha confesado que se trata de su previsión más optimista. A su vez, espera aumentar la producción de este modelo de avión de 42 a 57 mensuales en 2020.

A este respecto, el director Financiero del fabricante, Greg Smith, reparó en que Boeing está tomando “las medidas adecuadas” para administrar su liquidez y aumentar la flexibilidad del balance de cuentas “de la mejor manera posible”. "Nuestros esfuerzos de varios años "en la gestión disciplinada de efectivo y el mantenimiento de un sólido balance, además de nuestra amplia y sólida oferta de cartera, nos ayudan a navegar en el entorno actual", agregó.