La aerolínea Air France-KLM ha estrenado un plan estratégico a desarrollar en los próximo cinco años, con el que busca recuperar el rendimiento y pugnar por el liderazgo en Europa, una labor que competidores como Lufthansa, IAG y Ryanair no le pondrán fácil.

Tal y como reseña Cinco Días, Air France-KLM ha visto como su plan de adquirir Air Europa (Globalia) gradualmente se ha esfumado, después de que el holding IAG se adelantara ofreciendo 1.000 millones por el 100% de la aerolínea. No obstante, la operación de compra citada todavía debe ser aprobada por los órganos de la competencia, por lo que Air France-KLM no ha dado por terminada su relación con la línea aérea de Globalia.

Entre las medidas que va a impulsar Air France-KLM se encuentra el refuerzo de su ‘low-cost’ Transavia; la recuperación de cuota en el segmento premiun, principalmente en París; la renovación de la flota a mayor velocidad, por ejemplo antes de 2022 debe sustituir los diez A380 con lo que cuenta por aviones más pequeños; o la búsqueda de sinergias para minimizar los costes.

Por otro lado, buscará aumentar los márgenes de beneficio del 4% estimado para este 2019 hasta un 7 u 8% en 2024. Esto supone pasar de un beneficio operativo de 1.150 millones a unos 2.500.

Apuesta por la ‘low-cost’

A este respecto, el consejero delegado de la compañía, Benjamin Smith, manifestó que donde más pierde dinero Air France-KLM es en el mercado doméstico francés, lo que ha llevado a otorgar más protagonismo a Transavia, así como a reducir el volumen de conexiones interiores, donde ostenta el 65% de la cuota de mercado.

Así, está previsto que Transavia abra una base en Montpellier (Francia) en la primavera de 2020, que se sumará a las que ya tiene en el aeropuerto de París-Orly, en el de Lyon y Nantes.