Un empresario de hostelería del sur de Gran Canaria se ha visto obligado a cerrar sus cinco restaurantes y despedir a 25 trabajadores —la mitad de la plantilla— tras operar durante 50 años sin licencia.

Según informa La Provincia, Pablo González es el propietario de los establecimientos de restauración Gran Canaria, El Pirata, Atlanta, Venecia y El Tiburón, todos ellos ubicados en el paseo marítimo de Puerto Rico, uno de los núcleos turísticos del municipio de Mogán.

Una denuncia vecinal por ruidos motivó una inspección municipal que ha acabado revelando que al menos los restaurantes Gran Canaria y El Pirata llevan medio siglo operando sin el preceptivo permiso del Ayuntamiento. Así, el consistorio ha precintado ambos locales y les ha interpuesto sendas multas de 22.500 euros tras comprobar la situación irregular en la que se encontraban.

Limbo territorial


Se da la circunstancia de que, además, el área de Urbanismo de la corporación municipal sostiene que González no tiene licencia porque esos locales están en concesión administrativa, dado que se encuentran en suelo perteneciente al dominio público marítimo-terrestre (DPMT) y él nunca solicitó la misma. Sin embargo, el empresario asegura que los tiene registrados a su nombre en el Registro de la Propiedad y que lo único que está en concesión ante Costas son las terrazas.

“Los locales están en servidumbre de protección [franja de terrenos de propiedad privada colindante con el DPMT] y están bajo un régimen especial, pero la propiedad la tengo yo”, ha asegurado al citado diario. Así, acusa al Ayuntamiento de “ocultar información” al no facilitarle expedientes e informes policiales que ha solicitado y ha lamentado que, a su juicio, se haya cometido “una masacre con un empresario”.