Estados Unidos ha cerrado recientemente la quinta mejor temporada de esquí desde que se comenzaron a elaborar registros en 1979. Según los datos de la Asociación Nacional de Áreas de Esquí (NSAA), durante la temporada de invierno 2020-2021 se han vendido 59 millones de días de esquí.

Se trata de unos datos muy destacables, teniendo en cuenta que se han producido en plena pandemia. Aún con distancias de seguridad y aforos limitados, esta temporada ha supuesto un salto notable con respecto a la anterior (2019-2020, antes de la irrupción del coronavirus), cuando se vendieron 51,1 millones de días de esquí.
 


 

Concretamente, las estaciones y zonas de esquí que más han crecido han sido las pequeñas y medianas, ya que los esquiadores han decidido salir, pero quedándose más cerca de casa. También se ha notado un incremento de la práctica de este deporte durante los días entre semana. Las visitas en días laborables han representado un 48% del total, 10 puntos porcentuales más que en la temporada anterior.

“Vaya año ha sido. De la incertidumbre absoluta a una de las mejores temporadas en términos de participación”, ha expresado asombrado Kelly Pawlak, director ejecutivo de la NSAA.