Son muchos los clientes que se quejan de los precios de los chiringuitos, cafeterías de hotel, bares con vistas panorámicas, terrazas de hotel con vistas…

Pero no se dan cuenta de que parte de lo que están pagando es el sitio, el entorno, las vistas y el servicio.

No es lo mismo tomarte un café en un vaso, dentro de una cafetería con un ruido infernal, que tomar el café servido en taza, con un camarero uniformado en la terraza de un hotel con unas instalaciones que te hacen evadirte un rato del mundanal ruido.

¿Que ambas personas están consumiendo lo mismo? Pues sí. Ambos se están tomando un café, pero el entorno vale mucho más que ese café y por ello, el precio debe de variar.

Por eso, cuando vamos a uno de estos lugares no debemos mirar más el precio que el entorno donde estás. De esa manera apreciarás más lo consumido y lo pagado por ello.

 

*Ricardo Zapata García es Técnico y especialista en Turismo