El pasado 10 de enero, Ryanair publicó un informe a sus inversores en el que anunciaba que “tras una Navidad y un Año Nuevo más fuertes de lo esperado” y a que las “reservas entre enero y abril están un 1% por encima del mismo período del pasado año” creen que obtendrán mejores resultados para el año fiscal 2019/2020 que finaliza el próximo mes de marzo.

Si en un principio tenía previsto obtener unos beneficios anuales entre los 800 y 900 millones de euros, finalmente estima que el nuevo rango estará entre los 950 y los 1.050 millones de euros. En lo que se refiere al tráfico, han aumentado sus estimaciones de los 153 millones de pasajeros a los 154.

El grupo, conformado por las aerolíneas Ryanair, Buzz, Lauda y Malta Air, también ha adelantado que lanzará sus resultados del tercer trimestre el próximo 3 de febrero, en el que detallará mejor los resultados.

Golpe a Lauda

Aun con la mejora de los resultados desde el grupo de aerolíneas apuntan directamente a su filial austríaca, Laudamotion.

Indican concretamente que tiene un “rendimiento inferior al esperado”, todo pese a que el tráfico y el factor de carga han crecido. Desde Ryanair apuntan directamente a que la guerra de precios con las filiales del grupo Lufthansa a las que acusa de “vender por debajo de precio de coste” en Alemania y Austria, técnica es conocida como dumping.

Lauda estima que cerrará el año con 6,5 millones de pasajeros transportados, sin embargo, los precios se ubican 15 euros de media por debajo de los presupuestados inicialmente. Todo ello se traduce en que las pérdidas de la línea austríaca serán de 90 millones y no de 80 como estaba previsto.

Los malos resultados económicos han llevado a Ryanair a decidir de forma unilateral que no aplicarán el vigente convenio colectivo a los tripulantes que contraten a partir del 1 de enero. Así lo ha hecho saber a través de una carta que ha hecho pública el sindicato de tripulantes de cabina de pasajeros SITCPLA.

 

Los argumentos para cerrar bases en España

Los empleados de Lauda no son los únicos que no se verán beneficiados por los buenos resultados económicos del grupo y es que la semana pasada la compañía procedió al cierre de sus bases en Gran Canaria, Tenerife Sur y Lanzarote dejando a 264 de los 280 empleados sin recolocación.

En el documento en que la compañía anunció el cierre a los trabajadores, al que tuvo acceso en agosto de 2019 Tourinews, apuntaba a los principales motivos que les habían llevado a tomar esta decisión. Además, del retraso en la recepción de los Boeing 737 MAX, incidió en los dos profit warnings (advertencias de que los beneficios de la compañía no serán los esperados) emitidos en un breve período de tiempo y que los resultados del primer trimestre de 2019/2020 mostrabana una caída del 41% en los beneficios con respecto a los dos años anteriores. Un argumento que ha quedado desarmado con el nuevo cambio en la previsión de beneficios.