Ryanair lanzó ayer un ‘profit warning’, es decir, una advertencia de que los beneficios de la compañía para este año financiero se reducirán un 12%.

La aerolínea de bajo coste ha rebajado sus estimaciones de beneficio en 150 millones y esta caída podría ser aún mayor, ya que la compañía no descarta que la cancelación de 150 vuelos durante la jornada del pasado viernes 28 de septiembre tenga un fuerte impacto.

No obstante, sus ganancias se situarán entre los 1.100 y los 1.200 millones. Unas cifras que no impresionan a la Bolsa que ha castigado a la aerolínea irlandesa con caídas de más del 13% hasta alcanzar los 11,35 euros por acción, lo que supone su nivel más bajo desde abril de 2015.

Las huelgas hacen mella

Michael O’Leary, CEO de la aerolínea irlandesa, ha asegurado que mientras han sido capaces “de gestionar exitosamente” cinco huelgas de sus pilotos irlandeses este verano, no ha ocurrido lo propio con las dos jornadas de paros realizadas de forma conjunta por los tripulantes de cabina y los pilotos de España, Países Bajos, Portugal, Alemania y Italia.

Explica que estas huelgas han afectado a los pasajeros no sólo por las cancelaciones y las reubicaciones, sino porque ha asustado a los consumidores de cara a comprar billetes entre octubre y Navidad. O’Leary argumenta que las huelgas han supuesto también costes adicionales ya que la compañía ha tenido que cumplir la normativa EU261 que obliga a las aerolíneas tanto a ofrecer alternativas a los viajeros afectados como a pagar compensaciones.

Suscripción

El incremento de los costes del combustible también ha colaborado en la reducción de los beneficios de Ryanair. Y es que el petróleo ya ha alcanzado el precio de los 83 dólares por barril, su valor máximo en los últimos cuatro años.

En total, el impacto de las huelgas, la recolocación de viajeros y los precios del crudo han supuesto un coste adicional de 261 euros para la ‘low cost’ irlandesa.

Easyjet se aprovecha

Por su parte, una de sus mayores rivales, EasyJet, ha sorprendido a todos anunciando que superará sus previsiones de beneficios iniciales.

Aprovechando la desaparición de Monarch y Air Berlin, así como las huelgas que han azotado a su rival Ryanair, la aerolínea británica ha registrado un incremento de la demanda que se ha traducido en un beneficio antes de impuestos de entre 640 y 651 millones de euros, que mejoran las estimaciones realizadas en julio que se situaban entre los 619 y los 664.

Estos resultados supondrían crecer un 40% con respecto al ejercicio fiscal anterior.