Tras los duros años de la pandemia, Baleares está viviendo un momento dulce, cerrando 2022 como el líder del país en ocupación hotelera y con unas cifras invernales nada desdeñables. Sin embargo, la recuperación turística trae consigo de nuevo el debate sobre la masificación turística y sus efectos sobre la población residente, especialmente en municipios turísticos tan importantes como Palma (Mallorca). 

Para analizar cómo afecta este debate a la promoción del destino y qué medidas se están adoptando, Tourinews ha podido entrevistar a Pedro Homar, gerente de Fundación Turismo Palma 365, entidad público-privada que tiene por objetivo promocionar y fomentar el turismo de Palma y de la isla de Mallorca.

Pregunta (P): La masificación es un tema recurrente cuando se habla de Palma,  ¿cómo se gestiona?

Respuesta (R): La masificación es una espada de Damocles que tenemos todos los destinos como el nuestro. Intentamos gestionarlo de dos maneras. Una es usar la tecnología para intentar redistribuir los flujos turísticos y las vías que utilizan para visitar el destino, redistribuyéndolos por diferentes entradas de la ciudad o utilizando la tecnología para moverles por otras zonas menos saturadas. La otra se centra en la información, que es muy importante. Hay que contar las cosas, explicarlas, recabar opiniones, apoyos y, de alguna manera, entre todos, intentar que esta situación sea lo menos perjudicial para el destino y también para el visitante y, sobre todo, como no podía ser de otra manera, para el residente.

P: Hablando de la forma en la que llegan los visitantes a la ciudad, en mayo entró en vigor el acuerdo que limita a 3 el número de grandes cruceros que pueden atracar en la ciudad.  ¿Se ha notado?

R: De momento no se ha notado, porque el grueso llega en verano, pero creo que este verano ya notaremos esa limitación de tres cruceros al día. En otoño-invierno no se nota porque, si bien es verdad que nos llegan cruceros durante todo el año, la problemática se nos daba en los meses de verano en los que podía llegar a haber hasta 5 y 6 barcos en un mismo día. No cabe la menor duda de que es una medida positiva y por el bien de todos: del destino, de la sostenibilidad, de los ciudadanos y del turista que nos visita, porque su experiencia será mucho más enriquecedora. Por lo cual, estoy totalmente a favor de la limitación y en verano veremos su impacto real, que creo que será positivo.
 

Foto: Julio de Castro Sánchez - Vistas Puerto

Foto: Julio de Castro Sánchez Vistas puerto

P: Hablando del verano, en este 2023 todo apunta a que Grecia y Turquía están muy fuertes. ¿Hay temor en Palma a los rivales del Mediterráneo?

R: La ciudad de Palma ciudad no compite con Grecia, Turquía o el norte de África. Competimos con destinos urbanos como Lisboa, Valencia —que ha hecho un trabajo muy bueno—, Turín, Nápoles, Oporto, Málaga…. Playa de Palma, obviamente, sí que compite con ellos, pero el sector tiene muy claro, porque en el pasado no funcionó y fue la manera de cargarse el destino, que el precio no es la batalla que tenemos que jugar, porque nosotros ni podemos ni queremos competir en precio. El sector tiene clarísimo que es mejor un 70% de ocupación a precios más altos que un 90% a precios más bajos. Y esa es la estrategia: se compite en calidad, no en precio. Es verdad que Turquía, al no estar dentro del marco del euro, puede jugar con los precios y su esquema salarial no es el europeo. Las coberturas sanitarias y de seguridad social de los trabajadores turcos, lamentablemente, no son equiparables a las nuestras, no solo a Palma, sino a cualquier destino europeo. Y el destino nacional que crea que puede competir en precio con Turquía está muerto, porque no se está jugando con las mismas armas.

P: Entonces, ¿cuál es la estrategia a seguir?

R: La nuestra no es una estrategia de precio, nunca lo ha sido y, como ente gestor, nunca hemos apostado a que el precio sea el factor determinante para que nos escojan y, afortunadamente, el sector privado, que es el que tiene que fijar los precios de productos y servicios, también tiene clarísimo que la estrategia de competir en precio no es la que Palma quiere y mucho menos en la isla de Mallorca. Habrá turistas que se van a ir a Grecia porque tiene un precio más competitivo. ¡Pues que se vayan si lo que están buscando precio! Nosotros no competimos en ese segmento.