Muchos turistas deciden, una vez sus vacaciones llegan a su fin, llevarse consigo un recuerdo del destino que han visitado. Así, no es poco común que porten recojan arena, conchas o piedras de la playa. Sin embargo, esta práctica supone un gran daño para el ecosistema de destinos como Fuerteventura., en cuyo aeropuerto cada año se incautan miles de kilos de este tipo de materiales.

De hecho, tal y como ha informado el Cabildo Insular, en los últimos cuatro meses se han requisado en el aeropuerto 4.533 kilogramos de rodolitos, arena, callaos, piedras y fósiles. Esto supone una media de entre 600 y 800 kilogramos por mes. El material más incautado, según señalan, es la arena, tanto blanco como negra.
 

Rodolitos, arena, callaos, piedras y fósiles

Rodolitos, arena, callaos, piedras y fósiles | Foto: Cabildo de Fuerteventura

El Cabildo de Fuerteventura alertan del daño que supone para los ecosistemas de la isla la costumbre de la población y visitantes de llevarse consigo materiales de las playas como conchas, rodolitos, piedras o arena. Recuerdan, además, que estas acciones están prohibidas y acarrean sanciones según la Ley 42/2007, d 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.

Desde la Consejería de Sostenibilidad Medioambiental majorera recuerdan a la población y visitantes la importancia de evitar el expolio de materiales de las playas, y es que, tal y como señala la consejera insular Lola García, se ponen en peligro los ecosistemas de Fuerteventura.

 

 

“Los ecosistemas insulares son territorios frágiles, por eso cualquier mala afección puede quedar como un daño irreparable en el territorio”, continúa García. “Son muchos los recursos humanos y económicos que invertimos en Fuerteventura para contrarrestar estos expolios”, añade.