Suecia está estudiando aumentar las tarifas aeroportuarias a los aviones más contaminantes en las instalaciones de Arlanda (Estocolmo) y Landvetter (Gotemburgo). La aprobación de la medida, que aún tiene que ser sometida a votación en el Parlamento, está prevista para el mes de julio.

La nueva normativa establecerá que las aerolíneas que utilicen aeronaves más modernas pagarán menos, mientras que las que operen con aviones más antiguos pagarán más. También se tendrá en cuenta el uso de biocombustibles.

Según la información de The Guardian, el Gobierno sueco ha tomado esta decisión después de que en 2018 se popularizara en el país el movimiento conocido como 'Flygskam' ('Vergüenza de volar'), que ejercía presión para que las personas dejen de viajar en avión y así reducir las emisiones de CO₂.

Según un estudio de 2017, los viajes en avión de los ciudadanos suecos dejaron una huella de 1,1 toneladas de dióxido de carbono, un aumento del 50% desde 1990.