El Gobierno ruso, que hace escasamente una semana anunciaba el completo desmantelamiento de la conocida como ‘cárcel de ballenas’ situada en la Bahía de Srednyaya, cerca de la ciudad portuaria de Najodka (región de Primorie, costa rusa del Pacífico), ha anunciado que prohibirá la captura comercial de cetáceos para su posterior venta a acuarios y zoológicos.
 


De esta manera, Rusia pone fin a una práctica que se aprovechaba de una laguna legal, ya que existe una importante industria de exportación de cetáceos hacia China para abastecer a zoológicos y acuarios.
 


Tanto el reciente desmantelamiento de las instalaciones de la Bahía de Srednyaya como la promulgación de esta nueva ley, responden a las múltiples protestas de grupos ecologistas rusos e internacionales, que pusieron el grito en el cielo tras desvelarse en 2018 el escándalo de la ‘cárcel’ donde mantenían retenidos en piscinas a unos cien cetáceos (orcas y belugas, principalmente), a la espera de su venta a acuarios y parques zoológicos chinos.