Pese a que la crisis del Covid-19 ha apartado el foco mediático del impacto del sector turístico en el problema climático, muchos expertos advierten que no hay que ignorar la importancia de hacer más sostenible la industria de cara al futuro. El sector de los cruceros admite que aún queda mucho trabajo por hacer, pero se defiende de duras acusaciones que han llegado incluso desde las instituciones europeas.

Eva Buzzi, presidenta de la Asociación de Viajes de Austria (ÖRV), explica a Traveller Online que el desempeño medioambiental de los cruceros es mucho mejor de lo que su "mala fama" indica. Si bien admite que el impacto que tiene la industria en las emisiones de CO₂ debe “tomarse en serio”.

Manuela Gollner, directora de la comisión de cruceros de ÖRV, esgrime que desde las navieras se ha trabajado en implementar medidas para mejorar la sostenibilidad. "Dentro de la industria del transporte marítimo, los proveedores de viajes en barco se encuentran entre los alumnos aventajados": según la CLIA, la asociación internacional de la industria de cruceros, 111 de los 253 barcos registrados actualmente ya están equipados con modernos sistemas de postratamiento de gases de escape que reducen las emisiones contaminantes entre un 90 y un 99 por ciento", explica.



 

Gollner advierte que las navieras han respondido a tiempo utilizando nuevas tecnologías y combustibles alternativos. Además, añade que se está trabajando a futuro en el desarrollo de los cruceros con propulsión de hidrógeno. En 2019, uno de cada cuatro euros invertidos por las compañías navieras europeas fue destinado a nuevos barcos ecológicos o a una modernización ecológica, enfatizan desde la ÖRV. Entre los proyectos desarrollados destaca el diseño de cascos más eficientes por la baja resistencia al agua, la planificación de rutas y velocidades, así como la implementación a bordo de soluciones de iluminación de bajo consumo, sistemas de ahorro de agua y gestión de residuos. 

Una pequeña porción del tráfico marítimo

Un informe conjunto de la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) y la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) concluyó que los barcos que atracaron en puertos del Espacio Económico Europeo durante 2018 generaron 140 millones de emisiones de CO₂, lo que supuso la quinta parte de la contaminación total.

Sin embargo, cabe destacar que la proporción de cruceros en el transporte marítimo civil internacional es del 0,39%, con 386 cruceros en una flota de 99.000 barcos. De ellos, alrededor de 250 son oceánicos.