Otro incidente con un pasajero violento a bordo de un avión en Estados Unidos. Esta vez en Frontier Airlines, cuya tripulación de cabina se vio obligada a atar a un joven de 22 años, Maxwell Berry, con cinta adhesiva a su asiento. El suceso tuvo lugar en un vuelo entre Filadelfia (Pensilvania) y Miami (Florida).
 


Según han contado algunos de los pasajeros que presenciaron lo sucedido, Berry había consumido bebidas alcohólicas durante el vuelo y, en un estado de evidente embriaguez, se tiró una de las copas por encima. Posteriormente, se dirigió a asearse al baño, del que salió con el torso desnudo.

Tras recorrer los pasillos del avión durante 15 minutos, fue cuando tuvo un enfrentamiento con el personal de la aerolínea. De acuerdo con otros pasajeros, Berry acosó a dos de las azafatas a las que tocó los pechos y posteriormente golpeó a otro sobrecargo en la cara, además de gritar dentro de la aeronave.


 

Fue entonces cuando la tripulación decidió atarle a su asiento con cinta adhesiva y cuando el avión aterrizó en Miami, Berry fue detenido por la policía de Florida por tres cargos de agresión.

Los hechos han sido confirmados por la propia aerolínea, que, en un principio, quería suspender a la tripulación implicada en lo ocurrido “hasta que se completara la investigación de los hechos”. Sin embargo, Frontier se ha visto obligada a dar marcha atrás tras el revuelo formado por la polémica decisión.

Según el diario Newsweek, los incidentes violentos a bordo de los aviones están al alza: durante el 2021, el 85% de los asistentes de vuelo tuvo que lidiar con algún pasajero problemático y 1 de cada 5 asegura haber sufrido algún incidente físico mientras realizaba su trabajo.