En la semana en la que se conmemoraba el Día Mundial para la Prevención de los Ahogamientos —25 de julio—, España ha sufrido 24 horas fatídicas en las que han perdido la vida hasta ocho personas en playas y piscinas entre el propio martes 25 y el miércoles 26. 

Tras experimentar un primer semestre con altas cifras de ahogados, en concreto 29 más que el año pasado, y con el segundo peor mes de junio desde 2015 —57 muertos—, la alarmante cifra de ocho fallecidos en un solo día ha hecho saltar las alarmas.

Según recoge El País, el martes por la tarde tres personas fallecieron en la playa de Marenys, en la localidad valenciana de Tavernes de Valldigna (Valencia), un arenal carente de servicio de socorrista.

Ese mismo día, fallecieron juntos en una piscina de Mallorca un niño de tres años y su padre, que intentó salvarlo, ya que ninguno sabía nadar. Por la tarde, una niña de dos años se ahogó en una piscina privada de L’Ametlla de Mar (Tarragona). Ya el miércoles, un niño de ocho años falleció en una piscina municipal de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) y un joven de unos 30 años feneció en la playa del Miracle, en Tarragona, cuando ya se había retirado el servicio de salvamento.