Noemi Marangon, una italiana de 19 años que se iniciaba en el sector del socorrismo, tuvo una primera toma de contacto con la profesión muy intensa. La joven socorrista tuvo que salvar a cinco personas del ahogamiento durante su primera jornada al cuidado de la playa de Bufalara, en Sabaudia, municipio de la costa oeste de Italia, el pasado jueves 20 de julio.

“Llevaba silbando en múltiples ocasiones desde la mañana, el mar estaba muy embravecido”, reconoce la joven socorrista al diario italiano Il Messaggero. En un momento dado, un bañista de avanzada edad comenzó a tener problemas para salir del agua y, en un instante, eran tres las personas que se vieron en serias dificultades para mantenerse a flote y escapar del fuerte embate de las olas. “A medida que me acercaba, me di cuenta de que no era el único que me necesitaba. Incluso su mujer y otro chico, que se habían tirado al agua para intentar socorrerlo, se habían encontrado a merced de las olas cerca de unas rocas”, explica Marangon.

Equipada únicamente con un chaleco salvavidas, dado que la extremada bravura del mar impedía la utilización del pequeño patín de salvamento, la joven Noemí se lanzó al agua para socorrer primero a la mujer y al chico, dado que el señor mayor se había logrado agarrar a unas rocas, para luego ir a por este. 

Tras esta primera intervención, Marangon no pudo casi ni reponerse del esfuerzo, dado que reclamaban de nuevo su ayuda dos niños, hermanos, que se encontraron en dificultades tras introducirse en el agua junto a su madre. La socorrista volvió a sumergirse y agarró como pudo a ambos niños para, acto seguido, sacarlos rápidamente del peligroso mar de las costas de Sabaudia, municipio de la provincia de Latina, en la región italiana del Lacio. Así concluyo la atareada pero fructífera primera jornada laboral de Noemi Marangon al cuidado de la playa de Bufalara.