El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha defendido ante el Comité Europeo de las Regiones del Grupo Socialista su decisión de prohibir el alquiler vacacional en la capital catalana para 2028, una medida que, según ha subrayado, podría servir de ejemplo a otras ciudades europeas que enfrentan el mismo problema.

Asimismo, Collboni recordó que Barcelona ha aplicado un tope al precio de los alquileres de larga duración, lo que ha permitido reducir los precios en un 9% desde su puesta en marcha. “Hemos adoptado medidas extraordinarias para responder a una situación extraordinaria”, afirmó, insistiendo en que la vivienda se ha convertido en “la primera fuente de desigualdad social” en las ciudades europeas.
 


El alcalde defendió que la lucha por garantizar el derecho de los ciudadanos a permanecer en sus ciudades debe ser una prioridad política común en la Unión Europea. “Nuestra lucha hoy es garantizar el derecho de los ciudadanos a quedarse en nuestras ciudades”, enfatizó.

Collboni pidió a las instituciones europeas una acción coordinada y urgente en materia de vivienda, al considerar que “no basta con las medidas locales” y que los retos urbanos requieren una respuesta compartida a escala continental.

Con su intervención, el alcalde situó a Barcelona como referente europeo en la regulación del mercado del alquiler vacacional y reiteró su compromiso con un modelo urbano que ponga el acceso a la vivienda por delante de la especulación turística.