Toda la atención de la industria de viajes de Reino Unido estaba puesta en la comparecencia que ayer, 5 de abril, protagonizó el Primer Ministro del país, Boris Johnson. En ella se esperaba tanto que detallara el plan de reactivación de los viajes al extranjero y que ofreciera una fecha definitiva de reinicio.

No obstante, el premier ha dado una de cal y otra de arena a la industria de las vacaciones. Si bien ha afirmado que mantiene “esperanzas” de que los viajes internacionales se reasuman desde el 17 de mayo —fecha marcada en los planes originales—, pero a su vez ha hecho un llamamiento a que los ciudadanos no reserven sus vacaciones de verano “hasta que el panorama sea más claro”, informa TTG.

"Obviamente, tenemos la esperanza de poder ponernos en marcha a partir del 17 de mayo", afirmó Johnson tras ser preguntado al respecto, pero remató aseverando que la situación puede cambiar, más si se tiene en cuenta las altas tasas de infección que se están dando actualmente en muchos destinos.

"Por el momento, el gobierno aconseja a las personas que no reserven vacaciones de verano en el extranjero hasta que el panorama sea más claro", añadió.



 

Un sistema de semáforos

Si bien no ha ahondado en detalles, el primer ministro de Reino Unido sí que ha explicado que se creará un sistema de semáforos para regir las posibilidades de viaje. El objetivo de la mayoría de destinos será alcanzar la categoría verde, para la que no se exigirá "ningún requisito de aislamiento al regresar al Reino Unido, aunque aún serían necesarias las pruebas previas a la salida y posteriores a la llegada".

Para lograrlo, deberán estar adelantados en el índice de vacunación, presentar bajas tasas de infección, mantener a raya las nuevas mutaciones del virus y desplegar una buena capacidad de secuenciación genómica.

Esta misma semana, el Global Travel Taskforce (GTT), organismo conformado por el gobierno para determinar la forma más segura de retomar la actividad turística, dará más detalles durante esta semana.