Los touroperadores siguen dando pasos de gigante en su batalla contra las reclamaciones falsas por intoxicación alimentaria durante las vacaciones. Ahora, los tribunales de Reino Unido han reconocido que las empresas podrán iniciar procesos judiciales contra los clientes pese a que estos no hayan reclamado vía judicial.

Según informa TTG, Jet2holidays ha ganado una disputa contra Karl y Laura Hughes, dos ciudadanos de Nottingham, que presentaron una demanda por enfermedad gástrica después de unas vacaciones en Lanzarote en 2016. La pareja alegó que había padecido una intoxicación alimentaria como resultado de comer alimentos contaminados, para ello presentó en abril de 2017 declaraciones de testigos verificadas que detallaban el alcance de su enfermedad.

Finalmente se encontraron pruebas que negaban dichas declaraciones, entre ellas, las publicaciones en Facebook y Twitter que les mostraban disfrutando de su estancia, así como un vídeo de YouTube de 45 minutos en el que mostraba al matrimonio disfrutando de una actividad de snorkel cuando se suponía que estaban en reposo.

Avión Jet2

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Ante dichas evidencias en su contra, la pareja retiró su reclamación antes de que se iniciaran los procedimientos judiciales formales, sin embargo, Jet2Holidays decidió proseguir y presentar un procedimiento por desacato por haber presentado documentos falsos, algo que fue denegado por la Corte Suprema, que aseveraba no tener jurisdicción al no haberse iniciado el procedimiento formal.

Desde el touroperador decidieron apelar y lograron la victoria después de que el Tribunal de Apelación haya reconocido que es suficiente con que las declaraciones de testigos verificadas se hubiesen presentado en la fase previa al proceso judicial.

De esta forma, las acciones de Jet2Holidays contra el Sr. y la Sra. Hughes pueden continuar, además, se sienta un precedente para el resto de touroperadores.

Steve Heapy, CEO de Jet2.com y Jet2holidays, dijo: "Jet2holidays continúa liderando el camino en la lucha contra las falsas reclamaciones de enfermedad y esta decisión histórica muestra que los tribunales toman este asunto muy en serio. La decisión del Tribunal de Apelación de permitirnos avanzar con los procedimientos de desacato contra el Sr. y la Sra. Hughes, a pesar de que no se han emitido procedimientos legales, tiene amplias implicaciones no solo para los operadores turísticos, sino para la industria de seguros en general”.

“Si se descubre que los documentos contienen información falsa, el desacato a los procedimientos judiciales puede y será interpuesto, incluso cuando los demandantes hayan decidido no comprometerse con los procedimientos legales”, continuó Heapy.

Ronan McCann, socio gerente de Horwich Farrelly, de la firma de abogados que representa a Jet2holidays, explicó que “esta es una decisión verdaderamente histórica en la lucha contra los estafadores”. “Si un estafador está dispuesto a presentar reclamaciones fraudulentas, incluso si no litiga, ahora está expuesto a una sentencia de prisión. Los días de presentar reclamos fraudulentos libres de riesgo han terminado”, concluyó.

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La larga batalla

Entre 2013 y 2016 se produjo un aumento del 500% en las reclamaciones de enfermedad gástrica entre los turistas británicos. La situación de crisis fue tal que algunos hoteleros de destinos como España, Grecia o Italia amenazaron con la posibilidad de no hospedar a viajeros de la citada nacionalidad.

Ante dicha situación los touroperadores y demás actores turísticos británicos comenzaron a plantar batalla contra todas y cada una de las demandas, contratando a investigadores privados y defendiéndose ante los tribunales ante cualquier reclamación que sea deshonesta o ilegítima. Esta batalla judicial fue encabezada por la propia Jet2Holidays, TUI y Thomas Cook.

Además, también realizaron labor de lobby para obtener apoyo gubernamental. De esta manera, en 2018 el Ministerio de Justicia anunció la designación de una cantidad máxima que se puede reclamar y limitó los honorarios de los abogados de los denunciantes. Las autoridades también prohibieron que las empresas caza reclamaciones o ‘claim farmers’ realizasen llamadas que no han sido solicitadas por los clientes para promocionarse.