La autoridad de obras públicas del distrito de Schönefeld otorgó el pasado 28 de abril el permiso de uso al Aeropuerto Internacional de Berlín (BER), esto significa que las instalaciones podrán ser inauguradas el próximo 31 de octubre con un retraso acumulado de 9 años.
Tal y como apunta Aviación al Día, su apertura llegaría así en uno de los peores momentos del transporte mundial, que está funcionando bajo mínimos a consecuencia de las restricciones de movimiento impuestas para evitar la propagación del Covid-19.
Las obras de este aeropuerto, llamado a sustituir a los de Schönefeld, Tegel y Tempelhof, comenzaron en 2006 y su apertura estaba prevista, inicialmente, para noviembre de 2011. Los errores en su construcción y los problemas técnicos de diferente índole como las deficiencias en el cableado y en los sistemas de seguridad conllevaron a que su inauguración se retrasara hasta en seis ocasiones. De hecho, en el tiempo transcurrido, Tempelhof dejó de operar y se convirtió en un espacio para uso ciudadano.
Además de por los retrasos, el proyecto ha estado marcado por los sobrecostes. Su importe inicial de 2.000 millones de euros ha llegado a alcanzar los 7.000 millones.