La Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) ha propuesto que los hoteleros de Playa de Palma, Magaluf (Mallorca) y Sant Antoni de Portmany (Ibiza) hagan firmar a los huéspedes un documento de buena conducta, que deberán cumplir durante su estancia. 

El objetivo, según ha informado Periódico de Ibiza, es evitar problemas legales por posibles reclamaciones por parte de los turistas, tras practicar balconing -tal y como ocurrió en Mallorca, cuando un turista reclamó una indemnización al hotel donde se hospedaba por supuestamente haberse resbalado en la piscina, cuando en realidad se había lanzado desde un primer piso- o turismo de borrachera. La patronal lanzó esta propuesta a colación de la ley balear de Excesos, aprobada recientemente, que tan solo se aplica en las localidades mencionadas, ya que se consideran puntos calientes del turismo de borrachera.

Lo cierto es que la norma combate el turismo de excesos de diferente forma. Por ejemplo, establece restricciones en el consumo de alcohol prohibiendo promociones en locales nocturnos del tipo barra libre, happy hour o 2x1. Tampoco está permitida la venta de bebidas espirituosas en comercios entre las 21.30 y las 8.00 horas o el consumo de más de tres bebidas alcohólicas en los almuerzos y cenas de los 'todo incluido' o restaurantes. 

Al mismo tiempo, los turistas que practiquen balconing serán expulsados de los hoteles y se enfrentarán a multas de entre 6.001 y 60.000 euros. Los establecimientos, por su parte, podrán ser sancionados si no emprenden las acciones que corresponden ante un caso como este. 

Desde la FEHM reconocieron que el objetivo que persigue el decreto "es compartido por las administraciones, empresarios y la sociedad". A su vez, manifestaron su interés por conocer "en qué medida se reforzarán las plantillas de la policía local", ya que "poner coto a los excesos" requiere de una "buena planificación y medios materiales y humanos". 

Así, la vicepresidenta de la patronal, María José Aguiló, consideró que no se puede continuar "demonizando el todo incluido" relacionándolo con el turismo de excesos, ya que es una modalidad cuyo principal consumidor son las familias. Por ello, solicitó al Govern que las campañas de comunicación sobre la norma en los mercados emisores y touroperadores se efectúen cuanto antes.