El top manta ha sido señalado como uno de los responsables del incremento de la inseguridad y de la degradación de la imagen de Barcelona, por diferentes colectivos. Ahora, el Ayuntamiento ha propuesto al Ejecutivo central modificar la Ley de Extranjería para facilitar a los manteros permisos de trabajo temporal, con el fin de que puedan regular sus papeles y acceder al mercado laboral.

En este sentido, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que ha sido acusada como responsable de la proliferación de los manteros en la urbe, ha denunciado que la propia Ley de Extranjería es la que impide a estos vendedores ambulantes trabajar legalmente.

Según ha informado El Mundo, la alcaldesa se reunió recientemente con representantes del comercio y la hostelería de la capital catalana, quienes recriminaron el negocio de los manteros, que al no estar regulado, no cumple con la ley. 

Estos profesionales han denunciado, en numerosas ocasiones, que la venta de productos ilegales en espacios públicos está prohibida y que, a pesar de ello, las calles de Barcelona están pobladas de vendedores ambulantes, lo que en ocasiones deriva en situaciones de inseguridad. El Ayuntamiento, por su parte, cifra en 700 los manteros de Barcelona, mientras que los grupos políticos de la oposición lo hacen en 2.000.

A este respecto, Colau se defendió recordando que el Consistorio barcelonés creó un nuevo dispositivo de seguridad para evitar la masificación de estos vendedores en espacios públicos, como los accesos a la red de transporte público en la emblemática Plaza de Catalunya. Además, consideró que no es “acertado comparar a los empresarios con los manteros que no tienen derechos de ciudadanía porque no tienen papeles”, así como que este asunto hay que tratarlo desde la vertiente social.

Altercados

Lo cierto, es que en el último año la escalada de tensión por la presencia de los manteros ha sido notable. Por ejemplo, el pasado agosto, un vendedor ambulante protagonizó una trifulca con un turista, agrediéndole a “hebillazos” con un cinturón, ocasionándole un corte grave en la femoral y otros tantos en la cabeza.

La ocupación de los manteros del metro barcelonés de Plaza Catalunya también supuso un motivo de disputa. Y es que muchos ciudadanos denunciaron en las redes sociales que no podían transitar por la estación, debido al despliegue de productos a la venta.